miércoles, 24 de abril de 2013

SUEÑOS


Siempre había pensado en la ley como en un riachuelo, sinuosa en ocasiones, pero siempre fluyendo hacia el mar de la justicia.
Era el día antes de mi boda y en vez de estar inmersa en los preparativos, tenía la nariz metida entre escritos y diligencias, quería dejarlo todo zanjado antes de la luna de miel.
No deja de ser paradójico el hecho de que efectivamente, todo quedó zanjado cuando aquel individuo  entró en mi despacho y me disparó dos veces en el pecho.
Las balas no me mataron, pero la falta de riego me sumió en un coma profundo. Me gustaría saber cuanto tiempo llevo así, pero el caso es que en mi estado se pierde la noción del tiempo y de la realidad. ¿Ha ocurrido todo esto de verdad? ¿Alguna vez he sido  abogada? ¿Alguna vez he existido?
Sea como fuere continúo soñando con ese riachuelo.

2 comentarios:

  1. Buenas.

    Aunque no lo creas, esto que describes es algo que siempre me ha aterrado. Por mis creencias no tengo especial miedo a la muerte. Me gusta vivir, pero creo que cuando uno muere, la máquina se para y punto, no vas a sufrir la muerte.

    Pero el quedar en coma, o en estado vegetal, siempre he pensado en la posibilidad de estar plenamente consciente sin capacidad para afectar al mundo, horas y horas, cientos, miles... años enteros sólo con la capacidad de pensar... debe ser la peor de las prisiones.

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  2. Este relato está inspirado en una novela gráfica que leí siendo muy jovencito y que también me impresionó bastante. Debe ser horrible que tu cuerpo se convierta en la tumba de tu alma.

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